Boletín de Prensa

Así se está comportando el COVID-19 en esta nueva etapa de aislamiento selectivo en Palmira

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WhatsApp Image 2020 09 16 at 4.58.58 PMEl pasado 1 de septiembre el país entró en una nueva normalidad, cuando el presidente Iván Duque anunció la fase de aislamiento selectivo y distanciamiento individual responsable, justo cuando Palmira y las demás ciudades del país estaban atravesando el pico de la pandemia.

Por esta razón la Administración Municipal continuado mitigando la velocidad de los contagios para reducir la tasa de personas afectadas por el COVID-19.

Así fue como antes de esta apertura se implementaron estrategias como el programa PRASS (Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo y Sostenible), cuyo propósito fue aumentar el número de pruebas practicadas para contener la propagación del COVID-19, siendo Palmira una de las tres ciudades piloto para el país y referente a nivel regional y departamental por su capacidad de detección, rastreo y seguimiento.

Otra estrategia implementada fue la de los modelos 4-3 y 5-2, que regularon una apertura restringida bajo la modalidad de Pico y Cédula, donde unos días podían salir y los restantes eran de aislamiento preventivo obligatorio, debido a la velocidad con que se estaban contagiando los palmiranos y el alto porcentaje de ocupación de UCI en la ciudad.

Asimismo, a partir de la alta densidad de casos activos y nuevos casos en sectores específicos de la ciudad, la Secretaría de Salud diseñó la estrategia de cercos epidemiológicos denominada “Entornos cuidadores”, con tres objetivos centrales: el primero, aumentar la corresponsabilidad en el cuidado de la salud; el segundo, controlar los focos de infección y fortalecer la atención sociosanitaria; y el tercero, acompañar y fortalecer las medidas de control y movilidad adoptadas por la Alcaldía para reducir la velocidad de contagio, el porcentaje de positivos frente a los sospechosos, la clasificación de casos según el número de contactos, el porcentaje de fallecidos y la ocupación de UCI.

Esta intervención se está realizando desde el 7 de agosto en diversos sectores, los cuales han evidenciado una reducción notoria en la densidad de los casos, siendo la comuna 1 y específicamente el barrio Zamorano las de mayor relevancia. Éste último, desde finales de agosto y en lo que va de septiembre, ya no está priorizado como foco de transmisión debido a la poca densidad de casos activos registrados. Es importante mencionar que esta estrategia continúa y seguirá hasta que Palmira no presente focos de transmisión de COVID-19.

Cabe resaltar que todas las medidas adoptadas fueron necesarias para cuidar y preservar la salud pública y así evitar que más palmiranos resultaran contagiados y perdieran la vida a causa de esta enfermedad.

Las cifras hablan por sí solas:  cuando se decidió implementar las medidas mencionadas, la velocidad del contagio era de dos puntos: es decir que había dos personas contagiadas por cada caso confirmado. Para la última semana de agosto (tres semanas después de haberse implementado dichas medidas), la velocidad de contagio disminuyó a 1.13. Actualmente dicho indicador está en 1.16. Esto quiere decir que hoy en día, por cada caso confirmado en Palmita hay un contagiado, lo que indica una reducción del 50 %. La diferencia de 0.03 entre la última semana de agosto y lo que va de septiembre no refleja un aumento estadísticamente significativo; por el contrario, refleja una cifra positiva dada la realidad en la que nos encontramos hoy.

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Por otra parte, mientras la letalidad del COVID-19 en Palmira durante el mes de abril fue del 6.8 % y en junio fue del 5.5 %, al 15 de septiembre es del 4.1 %, en un rango esperado que oscila entre el 0 % y el 5 %. Esto significa que actualmente el indicador está controlado.

Con respecto a la ocupación de las UCI, al iniciar las medidas era del 85 %, pero actualmente es del 69 %. En otras palabras, se logró pasar de la zona roja a la zona amarilla. Este indicador es muy importante porque además de su disminución, permite garantizar la prestación de servicios médicos óptimos y evitar situaciones dramáticas como las vividas en otras ciudades del mundo a causa de la falta de atención a pacientes en estado crítico.

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Con respecto al número de casos activos, mientras para el 19 de agosto habían 448 casos, al 25 de agosto existían 434, al 31 de agosto eran 381 y al 15 de septiembre van 281. Esto evidencia una reducción del 37 % en el número de casos activos entre el 15 de agosto y el 15 de septiembre.

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Es importante resaltar el esfuerzo realizado por la Alcaldía de Palmira, la Secretaría de Salud y su equipo de trabajo, el cual aumentó su capacidad técnica y humana para afrontar esta emergencia sanitaria, vinculando a personal adicional calificado para rastrear casos y sus contactos, y profesionales especializados de apoyo como enfermeros y epidemiólogos, quienes facilitaron la atención en todos los campos planteados y que se siguen planteando con la reactivación económica.

Igualmente se realizaron alianzas estratégicas como la hecha con Propacífico, que permitió la contratación de un ‘call center’ para apoyar el trabajo de seguimiento. Asimismo hubo otras alianzas de investigación e intervención con instituciones del sector académico como la Universidad del Valle, la Universidad del Rosario, la Universidad Santiago de Cali y la Universidad Pontificia Bolivariana. El trabajo arduo y constante en salud permitió mejorar la atención al COVID -19 en la ciudad con alternativas para que se siguieran prestando los otros servicios de salud durante la contingencia.

Es así como desde la Alcaldía de Palmira se continúan implementando acciones y refuerzos para que la ciudad renazca de una manera segura.